Una vez que la dirección facultativa de la obra eligió el tipo de piedra a imitar, procedemos a realizar la argamasa con escayola y pigmentos que luego se moldea en forma de bolas.
En la siguiente se ven los paneles que realizamos para el placado interior del mausoleo, con más de 2 metros de largo y en los que ya se aprecia la trama. Y debajo, la pieza al completo a la que aún hay que ir desbastando, puliendo y afinando para sacar las líneas rectas.
Este es el detalle de cómo quedaron los paneles que hicimos para el interior ya colocados, porque en este espacio era imposible trabajarlo de otra forma. Se aprecia la junta de unión a unos 10 centímetros del borde, donde sí se ve que el resto es estuco mármol en continuo.
Por último procedemos a hacer un fino pulido para después aplicar la cera y... ¡la pieza queda terminada!.
Se aprovechó un evento importante de la congregación de mercedarios del Monasterio del Olivar para la presentación de ambos trabajos, en la que se honró la memoria de los frailes cuyos restos descansan en el mausoleo y que fueron víctimas de asesinato durante la Guerra Civil.
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